Al recibir las condolencias de una delegación del Comando de las Fuerzas Armadas, el directivo de la multiplataforma agradeció a la institución castrense por su posición y la investigación de campo que reafirmó la culpabilidad de Israel en el martirio de la corresponsal Farah Omar, el fotógrafo Rabih Al-Maamari y el colaborador Hussein Aquil.
En llamada telefónica a Ben Jeddou, el comandante del Ejército libanés, Joseph Aoun, ofreció el pésame por la muerte de Farah, Rabih y Hussein, asesinados en un bombardeo israelí en la localidad sureña de Tayr Harfa.
Al mismo tiempo, el general expresó la solidaridad con los mártires y todos los periodistas que trabajan sobre el terreno.
Con anterioridad, Líbano presentó una denuncia ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas por los crímenes israelíes contra periodistas de Al Mayadeen.
En la acusación, la cancillería incluyó pruebas de que las fuerzas de Tel Aviv cometieron este crimen dentro del territorio libanés y a gran distancia de la Línea Azul en la frontera con la Palestina ocupada.
También, destacó que la acción israelí representa un ataque contra civiles y periodistas mientras desempeñaban su noble misión comunicacional y de acuerdo con estándares profesionales.
A propósito, el ministerio subrayó que el acto representa una flagrante violación del derecho internacional en todas sus ramificaciones y de la soberanía del Líbano y renovó su exigencia al Consejo de Seguridad para que asuma responsabilidades.
El próximo martes, compañeros, familiares, autoridades, políticos y organizaciones rendirán en Al Mayadeen honores oficiales a Farah Omar, Rabih Al-Maamari y Hussein Aquil, mártires en el camino a Jerusalén.
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