El reporte Estado de los trópicos húmedos fue presentado al gobierno estatal por la autoridad de gestión y conservación de los trópicos húmedos de Queensland, incluidos en la lista de la Unesco.
Los autores destacaron las crecientes amenazas y el deterioro de la salud de especies como la zarigüeya de cola anillada, que recibió protección internacional en 1988, pero el cambio climático, la pérdida de hábitat y la degradación del ecosistema plantean amenazas.
Señalan los estudiosos que las especies y enfermedades invasoras y los impactos del cambio climático presentan un peligro real para la integridad continua de la biodiversidad del área.
Específicamente, las ranas endémicas de la selva tropical, las aves de gran altitud, las zarigüeyas de cola anillada y las plantas de la familia Myrtaceae enfrentan grandes desafíos.
Australia alberga unas 600 mil especies nativas y gran proporción de ellas son endémicas de la región, mientras la biorregión de los trópicos húmedos contiene el 26 por ciento de las especies de plantas vasculares del país.
Unas 314 de ellas están clasificadas como vulnerables, en peligro o en peligro crítico, según la Ley de Conservación de la Naturaleza o la Ley de Protección del Medio Ambiente y Conservación de la Biodiversidad, y otras 98 figuran como casi amenazadas.
Lo mismo ocurre con los vertebrados, pues al menos el 25 por ciento de los peces, anfibios, aves y mamíferos de la zona tienen algún nivel de importancia para la conservación.
Las poblaciones de las tierras altas son afectadas por el alza de la temperatura y los cambios en los patrones de lluvia, mientras las tierras bajas experimentan olas de calor.
Por ejemplo, la zarigüeya lemuroidea de cola anillada (Hemibelideus lemuroides), en peligro crítico, es la más afectada, perdiendo casi el 70 por ciento de su población en poco más de una década.
Los investigadores advirtieron que el cambio climático podría alterar aún más los flujos de agua, amenazando a las especies de agua dulce con una reducción de la escorrentía en las cabeceras de las corrientes.
El cangrejo de río de montaña, que depende de agua clara, fresca y de corriente rápida, es un ejemplo de especie que puede verse afectada de esta manera.
Además, el cambio climático puede afectar el suministro de alimentos y añadir estrés nutricional entre las especies.
También, los fenómenos meteorológicos extremos inducidos por el calentamiento global pueden provocar cambios abruptos en los sistemas ecológicos.
Por otro lado, los incendios forestales de 2019 afectaron al 53 por ciento de los bosques tropicales del Patrimonio Mundial de Gondwana y al 80 por ciento del Área del Patrimonio Mundial de las Grandes Montañas Azules.
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