Entre otros de su tipo como Rawda, Brazil y Al-Kamal, el Havana era el que más fama tenía por haberse convertido durante décadas en un sitio de encuentro de gran número de intelectuales, escritores, pensadores, poetas, destacadas figuras sociales y políticos de izquierda, no solo sirios, sino también de otros territorios árabes.
Orbe estuvo allí y conversó con varias personas, quienes coinciden en la importancia histórica y política del lugar, pues acogió el 7 de abril de 1947 la primera asamblea constituyente del Partido Árabe Socialista Baath, que gobierna en Siria desde 1963.
Zaki Al-Arzouzi, principal fundador y creador de la ideología panarabista y baathista, se sentaba en una silla donde escribía sus ideas y platicaba con otros partidistas y políticos, afirma Qaisar Al-Ali Al-Mahin, un profesor retirado que visita el Havana desde el año 1965.
Los cafés se convirtieron en centros de reunión para los representantes de los partidos nacionales y una plataforma para las nuevas corrientes políticas e intelectuales que surgieron en Siria durante las décadas del 40 y el 50 del siglo pasado, explica a Orbe.
El abogado Samer Ramadan, de 55 años, confiesa que viene frecuentemente al Havana porque su ambiente tiene el aroma de la historia de Damasco y le transmite una sensación de comodidad psicológica; sin embargo, dice que la función del café en la actualidad ha cambiado debido a la guerra.
Era el lugar donde se dialogaba sobre política y los sucesos importantes del país y del mundo, pero hoy los jóvenes vienen aquí a desconectarse de la dura realidad que generó el conflicto, indicó.
(Tomado de Orbe)