Alrededor de dos mil millones de individuos conforman esa masa laboral, que a menudo suele ser casi invisible en términos de regulación y supervisión inherentes a la seguridad y la salud, indicó la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Por tanto, enfrentan una amplia gama de riesgos, desde químicos y biológicos hasta físicos y ergonómicos, constató el estudio, cuyo título plantea “Un llamamiento en favor de entornos de trabajo más seguros y saludables”.
De acuerdo en el informe, el índice de informalidad entre los empleados domésticos duplica la proporción del resto de los asalariados, con un 81,2 por ciento frente a 39,7 puntos porcentuales.
Las nuevas estimaciones de la OIT evidenciaron la persistencia de grandes desafíos para salvaguardar la vida de millones de trabajadores, no solo de los ocupados en la esfera informal, expuestos a las mayores inequidades.
Cerca de tres millones de trabajadores mueren cada año debido a accidentes y enfermedades relacionadas con su empleo, ejemplificó el organismo internacional.
Al decir de la fuente, el considerable aumento del número absoluto de víctimas mortales relacionadas con el trabajo responde a diferentes factores, entre ellos, el agravamiento de exposiciones desprotegidas a los riesgos profesionales y los cambios sociodemográficos.
Con datos de 2019, la OIT calculó que 2,93 millones de trabajadores fallecieron por factores vinculados a las faenas laborales, para un alza superior al 12 por ciento frente a lo acontecido en el año 2000.
A escala global, la población económicamente activa creció un 26 por ciento de 2000 a 2019, al pasar de dos mil 750 millones a tres mil 460 millones de personas, precisó el reporte.
La mayor cantidad de los decesos relacionados con el trabajo (unos 2,6 millones) tiene su causa en las enfermedades profesionales, mientras otros 330 mil son consecuencia de accidentes laborales.
Patologías circulatorias, neoplasias malignas y enfermedades respiratorias figuran entre las tres primeras causas de muertes relacionadas con el trabajo, corroboró la OIT.
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