Cuando asumió el gobierno en 2019, el presidente Nayib Bukele prometió que elevaría el número de efectivos militares hasta 40 mil y hoy ya alcanza la cifra de 24 mil 500, la mayor en comparación con Guatemala, Honduras y Nicaragua, a los que se suman 27 mil 460 policías.
En una aproximación al tema, el diario La Prensa Gráfica, indicó que en el último lustro el presupuesto de defensa pasó de 141 a 250.6 millones de dólares en 2023, y ahora los uniformados participan en misiones en la guerra declarada contra las pandillas junto a la policía.
Los datos aireados la revista precisan que El Salvador es el segundo país del istmo que más presupuesto destinó a tareas de defensa y seguridad, entre inversión en funcionamiento de la Policía y de la Fuerza Armada, compra de sofisticados armamentos y transportes blindados, entre otros.
«Según los datos presupuestarios de los llamados CA-4, hay 177 mil 167 miembros de entes armados en el norte del istmo, de ellos 103 mil 962 son fuerzas de seguridad pública o policías, y los otros 73 mil 205 son personal de defensa, la mayoría militares», mostró la publicación.
Destaco la revista el contraste entre personal medico y docente para comparar, encontrando que solo hay 56 mil 971 médicos en estos cuatro países, menos que el personal de sus ejércitos.
La publicación destacó que El Salvador tuvo un incremento del 61 por ciento en su presupuesto de defensa durante los últimos cinco años, pasando de 141,2 millones en 2018 a 250,6 millones de dólares en 2023.
Pero, según LPG, eso no incluye “los refuerzos presupuestarios que el Ministerio de Defensa recibió, que ascienden a un total de 195.8 millones durante el mismo período de tiempo”.
Por su parte Expediente Abierto remarcó que en El Salvador el gasto en defensa y seguridad se ejecutó en «un contexto de insuficientes avances en materia de transparencia presupuestaria de los gobiernos y aún más de las entidades estatales responsables de dichos sectores».
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