En su discurso, la hija del guerrillero heroico Ernesto Che Guevara lamentó con profundo dolor las pérdidas de tantas vidas ante un «enemigo cruel, cobarde, incapaz y macabro como el ente israelí».
«Como pediatra, mujer cubana y madre, saber que miles de niños y niñas no podrán alegrar con sus sonrisas a sus padres, no podrán ser abrazados nunca más, me lastima, me destroza y me llena de impotencia ante este crimen tan brutal», manifestó.
La embajadora por el derecho al retorno de los palestinos subrayó que el Estado sionista ha escrito un nuevo récord en la historia de la humanidad en cuanto a crímenes se refiere.
Al mismo tiempo, condenó la complicidad de naciones europeas y Estados Unidos, así como la ineficiencia de Naciones Unidas y todas las organizaciones mundiales «cuyo objetivo de existencia es preservar el derecho de los pueblos a su libertad plena e impedir agresiones e intervenciones de estados poderosos contra otros».
La activista rechazó las atrocidades y el exterminio del régimen de ocupación contra el pueblo palestino durante años; y en este sentido, repudió la indolencia de muchos desde que Naciones Unidas impusiera la existencia de Israel en su territorio.
Ante las víctimas mortales en Gaza, manifestó: «No es suficiente decir no a la guerra, hay que frenar esa guerra y devolver al pueblo palestino su tierra, su vida, su dignidad mancillada por tanto tiempo».
En su homenaje a la periodista Farah Omar, el camarógrafo Rabih Al-Maamari y el colaborador Hussein Aquil, la también comunicadora convocó a exigir la verdad, esa que defiende Al Mayadeen y sus reporteros.
A propósito, llamó a continuar la lucha para impedir que mueran más jóvenes inocentes, «para que no puedan callar la verdad, para que el pueblo palestino pueda regresar a su tierra y sea un país libre y soberano», expresó.
Este martes, dirigentes políticos, internacionalistas, diplomáticos, comunicadores y líderes religiosos nacionales y árabes acompañaron a Al Mayadeen y a los familiares de Farah, Rabih y Hussein, caídos en un bombardeo israelí a la localidad de Tayr Harfa, mientras cubrían los acontecimientos en el sur libanés.
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