Desde el comienzo de la agresión del estado hebreo contra la población civil palestina, el pasado 7 de octubre, las autoridades, instituciones, organizaciones de la sociedad civil y la población de esta nación antillana expresaron el repudio a la violencia desatada, que ha provocado hasta el momento la muerte de más de 15 mil palestinos, seis mil de ellos niños.
Recientemente, el presidente Miguel Díaz-Canel y otras altas autoridades de la isla encabezaron una marcha en solidaridad, convocada por la Unión de Jóvenes Comunistas de Cuba, que demandó el cese de los ataques y una solución amplia, justa y duradera al conflicto, sobre la base de la creación de dos Estados.
De acuerdo con los manifestantes, esto permitiría al pueblo palestino ejercer su derecho a la libre determinación y a disponer de un Estado independiente y soberano dentro de las fronteras anteriores a 1967, con Jerusalén Oriental como su capital.
Exigieron, asimismo, poner fin a la impunidad de Israel, la potencia ocupante, de la que Estados Unidos ha sido cómplice históricamente, al obstruir de manera reiterada la acción del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, socavando la paz, la seguridad y la estabilidad en Oriente Medio.
Movilizaciones similares se producen a lo largo de Cuba, como expresión de una postura histórica de la nación caribeña a favor de la paz y la justicia para el pueblo palestino frente a más de siete décadas de ocupación violenta de sus territorios por el estado sionista.
La celebración del Día Internacional de la Solidaridad con el Pueblo Palestino el 29 de noviembre de cada año fue aprobada en diciembre de 1977 por la Asamblea General de la ONU.
En ese día, en 1947, la Asamblea aprobó la resolución sobre creación de un Estado judío y un Estado árabe, mediante la Resolución 181 (II).
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