La ciudad enfrenta una gran crisis por la incapacidad de operar los pozos de agua ante la falta de combustible, advirtió el funcionario, citado por el portal noticioso Al Quds.
Muhanna denunció la fuga de grandes cantidad de aguas residuales porque el sistema de bombeo no funciona.
El ejército israelí atacó deliberadamente los principales lugares de interés de la urbe, como el Parque del Soldado Desconocido, el Centro Rashad Shawa, el Parque Katiba, la Biblioteca Pública, el Edificio de la Felicidad Infantil y los Archivos Centrales, resaltó.
Asimismo, afirmó, destruyó las estaciones de alcantarillado, los pozos de agua, las calles principales, numerosas construcciones civiles e instalaciones comerciales.
Señaló que todos los aspectos de la vida económica, comercial, cultural y educativas sufrieron por los daños sin precedentes durante los bombardeos contra el enclave costero, donde viven 2,3 millones de habitantes.
“»Sufrimos una grave escasez de bienes y alimentos, y el movimiento de los mercados de la ciudad de Gaza es muy limitado”, recalcó.
Al respecto, detalló que unas 35 mil toneladas de desechos sólidos están esparcidas en la ciudad porque los militares israelíes impiden el trabajo de las cuadrillas municipales que transportan la basura al vertedero principal, lo que provocó la propagación de olores desagradables, roedores e insectos.
Con respecto a la ayuda humanitaria a la Franja de Gaza, Muhanna explicó que es muy limitada en comparación con las necesidades.
La municipalidad de Gaza necesita combustible y electricidad para poder proporcionar servicios básicos a los ciudadanos, incluido la remoción de escombros, mover la basura y reiniciar el bombeo de agua, concluyó.
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