Según esta entidad, el Índice de Gerente de Compras (PMI), usado para medir el comportamiento de las operaciones manufactureras, se situó en noviembre en los 49,4 puntos, por debajo de los 49,5 del mes anterior.
El índice se mantuvo inferior a la marca de 50 puntos que separa la contracción del crecimiento.
Las autoridades chinas apuntaron a una insuficiente demanda de mercado y a la llegada de la temporada baja para algunas industrias manufactureras como los factores para esta nueva contracción.
Al mismo tiempo, expertos de la Oficina Nacional de Estadísticas señalaron que en términos generales noviembre es temporada baja, por lo que en comparación con años anteriores la magnitud de la caída del PMI del sector manufacturero fue relativamente pequeña.
Según la oficina, pese al descenso el nivel general de la actividad fabril mostró signos positivos y los sectores de la alta tecnología experimentaron cierto crecimiento.
Las autoridades de China aseguran que si bien la economía necesita consolidar sus bases mientras se recupera de las afectaciones experimentadas durante 2022, también confían en las expectativas del mercado, la producción en áreas como la alta tecnología y bienes de consumo y el sector no manufacturero.
De hecho, en varias ocasiones el primer ministro chino, Li Qiang, dijo que el gobierno confía en que este 2023 alcanzará la meta de crecimiento del Producto Interno Bruto del cinco por ciento, porque cuenta con potencial y espacio, aunque enfrenta varios desafíos en el desarrollo.
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