El ministro para la Transición Ecológica, Christophe Béchu, y la presidenta-directora general de Météo France, Virginie Schwarz, realizaron el anuncio en la sureña ciudad de Toulouse, donde fue analizada la situación climática del año a punto de terminar.
Los funcionarios evocaron que septiembre fue el más cálido de la historia y octubre el segundo, mientras noviembre transcurrió por debajo de los valores habituales, aunque en los últimos días del mes las temperaturas descendieron de una manera importante.
Según los datos de Météo France, los otoños del 2006 y del año pasado poseían la condición de los más calurosos, en un escenario atribuido al cambio climático.
La agencia ya había señalado al verano del 2023 como el cuarto más cálido.
Cuando resta todavía diciembre, el año se perfila como el segundo más caluroso en Francia, con una temperatura promedio de 14,2 grados centígrados, solo superada por la registrada en 2022.
De acuerdo con Météo France, nueve de los 10 años con temperaturas más altas se reportaron a partir del 2010.
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