Citado por la prensa local, el representante permanente de esta nación árabe ante la Oficina de las Naciones Unidas y otras organizaciones internacionales en Viena, Hassan Khaddour, reveló ante la Vigésima Conferencia General de la ONU para el Desarrollo Industrial, que las industrias sirias sufrieron pérdidas estimadas en unos 60 mil millones de dólares.
Hemos perdido también alrededor de un millón de puestos de trabajo debido a la destrucción en los sectores de industria, agricultura, comercio y servicios, detalló.
Según declaraciones del diplomático, el número de plantas industriales privadas dañadas registradas solo en las provincias de Damasco, Alepo, Hama y Homs asciende a unos cuatro mil 200, mientras salieron de producción 49 fábricas del sector estatal.
Siria necesita como mínimo 210 mil millones de dólares para recuperar su rueda de producción industrial a como era antes de la guerra, puntualizó.
Por otro lado, el funcionario se refirió a los grandes daños causados por el devastador terremoto que asoló el país el 6 de febrero pasado y los impactos desastrosos que tuvo en el pueblo sirio y en todos los sectores, incluido el sector industrial, que es la arteria vital del desarrollo nacional.
Siria enfrenta varios desafíos y obstáculos que paralizan el proceso de desarrollo, y al frente de estos desafíos están los efectos negativos resultantes de las sanciones, la crisis económica asfixiante y la imposición de medidas económicas coercitivas unilaterales sin precedentes, fustigó Khaddour.
Explicó los esfuerzos del gobierno sirio por enfrentar estos desafíos como la emisión de legislaciones que satisfacen las necesidades emergentes de la sociedad, en línea con los requisitos del desarrollo sostenible.
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