Durante su intervención en el segmento de alto nivel de la Cumbre de Acción Climática, dentro de la 28 Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2023 (COP28), Ruto afirmó que el cónclave subraya el compromiso compartido de enfrentar un desafío con resultados vacilantes que trasciende fronteras.
“La realidad que tenemos ante nosotros es irrefutable. Según los últimos datos de la ONU, a menos que se produzca un cambio significativo y radical en nuestra economía y patrones industriales, avanzamos a una velocidad peligrosa en una trayectoria hacia el terrible escenario sobre un mundo que se calienta tres grados centígrados”, precisó.
Advirtió que en los primeros 10 meses de este año, experimentamos 86 días en los que las temperaturas se dispararon más de 1,5 grados centígrados por encima de los niveles preindustriales.
En el caso de Kenya, el mandatario mencionó las afectaciones por intensas lluvias con un elevado saldo de pérdidas de vidas humanas, desplazados, la destrucción de infraestructuras vitales y la interrupción de cadenas de suministro críticas en muchos sectores vitales como consecuencia d ellos efectos de la crisis climática.
La situación en nuestra región del Cuerno de África y en muchos otros países en desarrollo radica en la dura realidad del cambio climático, agregó como un recordatorio del impacto desproporcionado y un llamado a la acción colectiva.
Recordó la Declaración de Nairobi adoptada en primera Conferencia sobre el Clima de África que establece la visión y el camino a seguir para la solución global al desafío climático existencial.
Nos compromete a triplicar la capacidad de energía renovable, establecer una fabricación ecológica, mantener y revertir deforestación, promover la agricultura sostenible, las soluciones naturales, eliminar los subsidios ineficientes a la producción de combustibles fósiles y un impuesto global al carbono, recalcó.
Resaltó la transformación en Nairobi de la visión del carbón tangible con un plan para ampliar su capacidad energética actual de aproximadamente tres gigavatios a 100 gigavatios de energía totalmente renovable para 2050 como piedra angular de la estrategia de industrialización verde.
Lo que está en juego, subrayó, es más que una simple cuestión climática, se trata de garantizar una vida y unos medios de vida dignos a miles de millones de personas que carecen necesidades básicas. Nuestra respuesta debe igualar la escala de este desafío global con audacia e innovación.
No nos conformemos con otro incremento mínimo, sino que hagamos de esto un punto de inflexión hacia una igualdad de oportunidades a salvo de la amenaza inminente de un desastre climático.
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