Durante una llamada telefónica con el jefe de la diplomacia de Estados Unidos, el líder del ejecutivo calificó el incidente de Jurf al-Nasr como una violación de la soberanía iraquí, y destacó el compromiso del gobierno de garantizar la seguridad de los asesores de la coalición internacional presentes aquí.
Según la Oficina del primer ministro, las partes discutieron los acontecimientos en los territorios palestinos ocupados y los esfuerzos de Iraq para mitigar las graves repercusiones resultantes de los repetidos ataques israelíes contra la Franja de Gaza.
El énfasis estuvo en estabilizar la tregua, detener la agresión y prevenir la escalada del conflicto para salvaguardar la seguridad y la estabilidad en la región, indicó la declaración.
Con anterioridad, la Presidencia de Iraq calificó de inaceptable el bombardeo estadounidense en la región de Jurf al-Nasr el pasado 22 de noviembre que causó ocho muertes.
En este contexto, el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, Al Sudani, dio instrucciones a todas las agencias de seguridad para llevar a cabo sus deberes y hacer cumplir la ley, y no permitir que ninguna entidad ponga en peligro la seguridad y la estabilidad del país.
Al respecto, las Brigadas de Hizbulah en Iraq afirmaron que el ataque criminal estadounidense a las sedes de la Movilización Popular requiere ampliar la lista de blancos si el enemigo «continúa con su enfoque criminal».
La Resistencia iraquí afirmó su preparación y disposición para intensificar las operaciones militares dentro y fuera del país, si Estados Unidos insiste en continuar con la maquinaria asesina israelí, ya sea en Gaza o en el sur del Líbano.
rgh/yma