El documento sitúa a la salud en el centro de la acción climática, pero sin mencionar la necesidad de acabar con sus principales causantes, los combustibles fósiles.
A la declaración se sumaron potencias como Estados Unidos, la Unión Europea y Japón y fue impulsada por la presidencia de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, COP28, que tiene lugar en los Emiratos Árabes Unidos y la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Los firmantes reconocieron que reducir los impactos del cambio climático en la salud requerirá acciones de toda la sociedad, incluidas medidas rápidas y a gran escala para descarbonizar los sistemas energéticos y reducir las emisiones en al menos un 43 por ciento durante los próximos siete años.
La OMS estima que anualmente la contaminación causa casi nueve millones de muertes y más de 189 millones de personas se ven expuestas a fenómenos extremos.
A tales efectos el secretario general de la ONU, António Guterres, anunció su plan para crear un panel que garantice el paso de los combustibles fósiles a las energías renovables de forma justa, sostenible y en beneficio de todos los países.
El Panel propuesto sobre Minerales Críticos para la Transición Energética reunirá a gobiernos, organizaciones internacionales, la industria y la sociedad civil para desarrollar principios comunes y voluntarios que orienten a las industrias extractivas en los próximos años “en nombre de la justicia y la sostenibilidad”, adelantó.
Durante la jornada de este sábado el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, al frente de la Cumbre del Grupo de los 77 y China dentro de la COP28, afirmó que la distancia que separa al Norte irracionalmente opulento y al Sur cada vez más empobrecido se ensancha con elevados costos humanos, mientras se dilapidan los recursos que la naturaleza pone a nuestra disposición.
“Al Sur, no se le puede obligar a escoger entre desarrollo y la acción climática. Ambos factores se encuentran indisolublemente ligados. Es nuestra responsabilidad hacer valer la voz de nuestros pueblos y defender sus legítimos intereses y aspiraciones», subrayó Díaz-Canel.
Manifestó que en momentos en los que se habla de una transición justa, las naciones en desarrollo no pueden permitir que el concepto progrese en solitario, sin tener en cuenta los factores que garanticen su consecución, atendiendo a las responsabilidades comunes, pero diferenciadas.
El dignatario cubano exhortó a reflexionar, a la unidad y acción de los países del Sur para contribuir a buscar soluciones a un problema global que tiene especial incidencia en los miembros de la organización.
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