Son 14 salas donde una docena de esculturas y efectos de luces mezclan la historia, el arte y la tecnología en una experiencia interactiva y entretenida que llega al público como resultado del trabajo de la empresa productora Arriba El Telón Ecuador (AET).
Las piezas expuestas en Quito son una reproducción del artista ecuatoriano Edgar Cevallos, quien declaró ser un “atrevido” por intentar reproducir la majestuosidad de uno de los creadores insignes del Renacimiento, que tenía un talento particular para tallar el mármol y realizar pinturas al fresco.
La creación es fugaz como la vida y eterna como el alma, así esperamos que sea para ustedes esta exposición, expresó Cevallos en la inauguración de la muestra titulada Miguel Ángel Vivo, Real + Inmersivo, donde invitó a los presentes a acercarse y hasta tocar su réplica de El David, de 5,17 metros de altura.
Otra de las obras que captó la atención fue La Piedad, una fiel representación de la original, realizada entre 1498 y 1499.
El momento más inmersivo, quizás, lo constituye la sala donde los visitantes pueden trasladarse a la Capilla Sixtina del Vaticano, con todos los detalles reflejados en el techo y cómodos asientos para apreciar frescos tan universales y conocidos como La Creación de Adán y El juicio final.
Son pantallas LED, efectos y animaciones que, junto a las piezas de Cevallos y otros catorce escultores quiteños, transportan al espectador a la Italia renacentista, pese a la distancia temporal y geográfica.
El director de AET, Hernán Ganchegui, se refirió a esta como una exposición más grandilocuente incluso que Van Gogh Vivo, Real + Inmersivo, una puesta anterior dedicada al artista neerlandés, la cual tuvo un formato similar y buena acogida entre el público local.
Afirmó que planean llevar el espectáculo dedicado a Buonarroti -hecho realidad en asociación con Aurea Exhibitions Holanda BV- a otras ciudades de Ecuador y también a Europa y Estados Unidos.
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