Un informe del organismo financiero señala que la nación sudamericana cumplió exitosamente los principales objetivos fijados al inicio
del convenio crediticio, firmado durante el mandato de Lenín Moreno, en 2020, y renovado dos años después con Guillermo Lasso.
Para el actual ministro de Economía y Finanzas, Juan Carlos Vega, el programa con esa institución fue relevante porque se aprobó en medio de la pandemia y con él se evitó que la economía cayera en una crisis profunda.
Asimismo, el titular destacó el valor de contar con una evaluación positiva del FMI en las actuales circunstancias, “donde dada la delicada situación fiscal, el país nuevamente requiere mayor financiamiento de los organismos multilaterales de crédito”.
En resumen, la economía ecuatoriana está en problemas, sin liquidez ni para pagar salarios del sector público, pero el FMI lo aplaude y la actual administración también.
La víspera, el ministro Vega expuso ante la Asamblea Nacional (Parlamento) que el Ejecutivo cuenta solo con 184 millones de dólares en la caja del Tesoro y atrasos en pagos por dos mil 872 millones de dólares.
El extitular de Economía, Marco Flores, recordó en sus redes sociales que la penosa situación fiscal de la nación no viene de la nada, tiene responsables directos.
“Una verdadera desgracia que le dejan al país los neoliberales criollos que por seis años consecutivos sometieron la economía a sus destructivas políticas «de la casa en orden», pero que se encuentra fiscalmente en ruinas”, comentó el experto.
Un editorial divulgado este martes por la emisora Radio Pichincha señala cómo las declaraciones de las autoridades actuales indican que los objetivos del acuerdo con el FMI se cumplieron y ahora no queda más que endeudarse un poco más o muchísimo más para tener en 2024 una nueva evaluación favorable.
“Siendo así, la ley económica urgente enviada por Noboa a la Asamblea no tendría el visto bueno del FMI porque todo está de maravilla. ¿Entonces para qué más reformas? En fin, así estamos, como éramos en los ochentas y noventas cada vez que el FMI nos aplaudía las medidas de la larga y triste noche neoliberal”, sentencia el texto.
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