En su cuenta de X, el titular libanés manifestó que 54 días después de la muerte del fotoperiodista Issam Abdallah de Reuters, de la herida de Christina Assi de AFP y de lesiones de otras seis personas, las agencias emitieron el informe que condena a Israel por atacar directamente a los profesionales de la comunicación.
De acuerdo con lo expresado, las indagaciones concluyeron que las fuerzas israelíes dispararon un proyectil del tanque Merkava hacia la posición de los reporteros, mientras cubrían los acontecimientos en el sur de la nación.
En este sentido, Makary indicó que Líbano incluirá estos dos informes en las denuncias presentadas internacionalmente contra Tel Aviv y también serán remitidos a las autoridades de seguridad, judiciales y diplomáticas.
Según la investigación de siete semanas realizada por la AFP en colaboración con Airwars, una ONG que investiga los ataques contra civiles en situaciones de conflicto, la munición que mató a Abdallah era un proyectil de tanque estabilizado con aletas de 120 milímetros de origen israelí que no es utilizado por ningún otro grupo en la región.
También, subrayó que los ataques fueron deliberados y dirigidos a objetivos específicos, pues los periodistas fueron claramente identificados como prensa, alejados de cualquier actividad militar.
Al mismo tiempo, reveló que la agresión probablemente vino desde el sureste de la posición de los reporteros, aparentemente cerca de la aldea israelí de Jordeikh, donde operaban los tanques.
Con anterioridad, la Cancillería de Líbano presentó una denuncia ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas por la agresión israelí contra los colegas del canal panárabe Al Mayadeen, la periodista Farah Omar, el camarógrafo Rabih Al-Maamari y el colaborador Hussein Aquil.
En la acusación, el ministerio incluyó pruebas de que las fuerzas de Tel Aviv cometieron este crimen dentro del territorio libanés y a gran distancia de la Línea Azul en la frontera con la Palestina ocupada.
Igualmente, el Ejército confirmó la responsabilidad de Tel Aviv en el crimen contra el equipo de prensa atacado por drones en un bombardeo a la localidad de Tayr Harfa, mientras ejercía la labor de informar desde el sur del país.
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