Durante el mes, las exportaciones disminuyeron en 200 millones de euros hasta situarse en 49,5 mil millones de euros, al tiempo que las importaciones se redujeron en 400 millones de euros alcanzando la cifra de 58 mil millones de euros.
Además, el balance energético mejoró en 200 millones de euros, impulsado por la caída de los volúmenes importados, y también lo hizo el saldo de bienes de consumo, mientras que el saldo de bienes de inversión se mantuvo y el de bienes intermedios se deterioró, cayendo en 100 millones de euros.
En cuanto al comercio de servicios, el superávit fue de 2 mil millones de euros en octubre, tras los dos mil 600 millones del mes anterior, según mostraron los datos facilitados por el Banco de Francia en un comunicado publicado también hoy.
En conjunto la balanza comercial acumulada en los últimos doce meses siguió reduciéndose, con un déficit de 118,6 mil millones de euros, mejorando notablemente los 164 mil millones que alcanzó a finales de 2022, lastrado por los costes de la energía que Francia debe de importar.
Pese a que el déficit comercial es una constante en la economía francesa desde hace 20 años, el Ejecutivo anunció a finales de noviembre un nuevo programa de apoyo a las Pymes cuyo objetivo es aumentar su cuota de exportación y conquistar nuevos mercados internacionales, facilitando el acceso a determinados servicios a través de una ventanilla única.
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