Para el Centro de Documentación en Derechos Humanos Segundo Montes Mozo SJ, no es coherente que la jefa de la diplomacia ecuatoriana negocie con el régimen responsable del asesinato de siete mil 792 niños, niñas y adolescentes palestinos.
La política exterior está al servicio de Ecuador no de los intereses empresariales de sus allegados, aseveró la entidad en su cuenta en la plataforma X, donde compartió las cifras actualizadas de los ataques israelíes a la Franja de Gaza, con un total de 17 mil 700 muertos.
Este domingo Sommerfeld, que se encontraba en Buenos Aires junto al mandatario, Daniel Noboa, para la investidura del presidente argentino, Javier Milei, informó sobre una reunión con el canciller de Israel.
Hablamos sobre temas de cooperación entre los dos países, señaló el Ministerio de Relaciones Exteriores ecuatoriano, al tiempo que resaltó a Tel Aviv como “un importante aliado en materia de seguridad, tecnología, empleo y mucho más”.
“Una vergüenza para el país tener un gobierno aliado al sionazismo. La lucha del pueblo ecuatoriano es la lucha del pueblo palestino por su libre autodeterminación en contra de imperios colonialistas, genocidas, dadores de muerte”, afirmó el Comité Unitario de Solidaridad con Palestina.
Otros usuarios en redes sociales calificaron de detestable anunciar como gran logro una alianza con un país genocida y llamaron al actual Ejecutivo “Gobierno de serviles”.
En los últimos días la postura del actual gobierno de Ecuador en cuanto a política exterior ha sido blanco de cuestionamientos, sobre todo en relación con la actitud como país presidente del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (ONU).
¿Cuál es la posición de Ecuador sobre el veto de Estados Unidos a la Resolución que respondía al exhorto del secretario general para detener el genocidio y la catástrofe humanitaria en Gaza, que contó con la aprobación mayoritaria?, se preguntó el exvicecanciller Fernando Yépez Lasso.
Añadió que Ecuador debe condenar el veto estadounidense, que paraliza la acción de la comunidad internacional ante una guerra de exterminio y una catástrofe humanitaria y afecta la credibilidad de la ONU.
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