En una nota verbal, compartida con los medios de comunicación, el Ministerio de Relaciones Exteriores ecuatoriano señala que se encuentra expectante de la cooperación del ilustrado gobierno mexicano.
Además, ante la posibilidad de que Glas pida refugio, el gobierno señaló que jurídicamente no sería lícita la concesión de asilo al exvicemandatario, en virtud del artículo III de la Convención sobre Asilo Diplomático de 1954.
Más temprano la cancillería informó en su cuenta en la plataforma X (antes Twitter) que ante la presencia de Glas en la legación, la institución realiza las acciones necesarias con ese gobierno para cumplir el requerimiento de la Fiscalía General, institución que solicitó localizar e inmovilizar al exvicegobernante.
En la tarde de este domingo se supo a través de las redes sociales que la fiscal general, Diana Salazar, solicitó a la Policía Nacional retener a Glas en la Unidad de Flagrancia de Quito para dar cumplimiento a varias diligencias investigativas en el marco de un presunto delito de peculado (malversación).
La Fiscalía aclaró que es una investigación con carácter de reservado.
El exvicepresidente, miembro del movimiento Revolución Ciudadana, es considerado símbolo del “lawfare” en Ecuador, donde la persecución desatada por el gobierno de Lenín Moreno (2017-2021) contra seguidores de Correa obligó a muchos de ellos a exiliarse.
El antiguo vicegobernante estuvo tras las rejas durante cinco años y recibió el beneficio de la prelibertad el pasado 28 de noviembre, luego de la unificación de dos penas de cárcel de seis y ocho años por los casos Odebrecht y Sobornos, respectivamente
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