Por Joel Michel Varona
Redacción de Ciencia y Técnica
Nació en Ginebra en 1863 y su labor por la vida la hizo merecedora en tres oportunidades del Premio Nobel de la Paz, en dos de ellas, por su actuar en las guerras mundiales. Opera en más de 100 países, apoyando a los afectados por las contiendas bélicas, los desastres naturales y otras crisis globales.
Junto al Comité de la Cruz Roja Internacional también trabajan sus socios de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, siempre presentes en la primera línea de acción en medio de cualquier crisis o conflicto para prestar asistencia vital e insistir en que las partes involucradas respeten el derecho internacional humanitario.
Dos terremotos devastadores, uno de magnitud 7,7 y otro de 7,6 sacudieron el sureste de Turquía en la madrugada del 6 de febrero de 2023, seguidos de varias réplicas. Los seísmos mataron a decenas de miles de personas e hirieron a muchas más en la región, así como en la fronteriza Siria.
Se trata del peor hecho de esta índole que enfrentaron Turquía y Siria en más de un siglo, y ahí comenzaron las tareas a gran escala de la Cruz Roja Internacional en el año que culmina.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, comparó este suceso con el terremoto de Erzincan en 1939, que ocasionó la destrucción de alrededor de 116 mil edificios y la muerte de 33 mil personas como consecuencia, además, de las bajas temperaturas, ventiscas e inundaciones.
En tanto, las comunidades en Siria que padecieron de una década de un sangriento conflicto armado, vieron empeorar su sufrimiento con ese intenso movimiento telúrico, con un balance de cientos de edificios derrumbados y decenas de miles de fallecidos.
Allí la Cruz Roja Internacional prestó asistencia humanitaria a los sobrevivientes del terremoto, distribuyendo alimentos enlatados, mantas, tiendas de campaña, colchones, lámparas solares, artículos de aseo y enseres de cocina.
Ante los ojos del organismo internacional también asomó por un momento la desesperanza, debido a la violencia que impera en Sudán, mucho más marcada cuando las conversaciones entre las partes en conflicto no llegaban a un acuerdo de cese de las hostilidades, muy por el contrario, las desavenencias duplicaban su temperatura.
El mensaje del ente sanitario por diferentes vías fue muy claro: detener los ataques permanentes y dirigidos específicamente contra los civiles.
En un comunicado emitido en dicho contexto, la Cruz Roja Internacional subrayó: “el poder de las armas también conlleva la responsabilidad y la obligación para las partes en conflicto, de respetar y proteger a la población civil, conforme a las normas del derecho internacional humanitario”.
La guerra en Sudán no solo trajo incontables pérdidas de vidas humanas, sino un notable desplazamiento forzoso, calculado en siete millones de personas que se vieron obligadas a resguardarse a causa de los combates.
En esa situación trabajan los equipos de la Cruz Roja Internacional y la Media Luna Roja Sudanesa, quienes trasladan heridos, enfermos, localizan ciudadanos desaparecidos buscados por seres queridos y responden a los reclamos de agua potable y alimentos.
En el oeste de Sudán, en ciudades como Geneina, Zalingei y Nyala las operaciones dificultaban notablemente el funcionamiento de los hospitales, en la primera urbe mencionada fue enviado un equipo médico y otro de cirugía para atender a los lesionados.
A despecho de las precarias condiciones de seguridad, la Cruz Roja Internacional trabaja para que nadie quede abandonado a su suerte en esa nación africana.
Yemen fue otro escenario donde la entidad sanitaria desplegó sus labores en 2023, tras ocho años de conflicto armado, violencia y dificultades económicas que agotaron la capacidad de las personas de lidiar con la situación y los servicios esenciales casi rozan el punto de quiebre.
La situación humanitaria empeora, pero el Comité de la Cruz Roja Internacional -que trabaja allí desde 1962-, mantiene su ayuda en colaboración con la Sociedad de la Media Luna Roja Yemení.
Allí son apoyados proyectos para mejorar la salud, agua y saneamiento en comunidades en situación de vulnerabilidad, organizan el retorno de personas detenidas y respaldan las tareas para retirar restos explosivos de guerra.
De acuerdo con un comunicado del ente, a mediados de abril de 2023, a pedido de las partes en el conflicto en Yemen y en calidad de intermediario neutral, fue facilitada la liberación y transferencia de más de 900 personas que permanecían detenidas por el conflicto armado.
El peso de décadas de la guerra en Afganistán también movilizó al organismo sanitario mundial, y de enero a junio de 2023, fueron creadas oportunidades de trabajo para que las personas puedan satisfacer sus necesidades más esenciales, y ofrecidas las herramientas necesarias para generar un ingreso básico y resguardar sus medios de subsistencia.
En las localidades de Gulistán y Farah, fueron restaurados canales comunitarios de riego mediante proyectos de dinero por trabajo para proteger las tierras agrícolas contra las inundaciones.
La red mundial de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja lleva más de 150 años trabajando por esclarecer la suerte de personas desaparecidas, pues teniendo en cuenta la proximidad con las comunidades, es posible asistir a quienes buscan a seres queridos con paradero desconocido o separados por diverso motivos de sus familias.
También son distribuidos paquetes alimentarios no perecederos en zonas que sufren aun conflictos armados.
La Cruz Roja Internacional en 2023 atendió a víctimas de la violencia sexual, algo constante en las guerras, de ahí que fueron habilitados albergues para las sobrevivientes a ataques contra su integridad física.
A las féminas también se les brindó asistencia material, como artículos de higiene y limpieza, ropa de cama, muebles, material recreativo para madres e hijos y otros productos de primera necesidad.
El recrudecimiento de las hostilidades de Israel contra los habitantes de la Franja de Gaza trajo más pérdidas de vida humanas y destrucción de las comunidades palestinas, de ahí que una tarea de primer orden fue la entrega de ayuda humanitaria.
En Gaza opera un equipo de cirugía de guerra y un especialista en contaminación de armas.
“Ellos han proporcionado envíos médicos y otros suministros críticos a los hospitales, entre ellos, kits para heridos de guerra, combustible para generadores y ambulancias, equipos quirúrgicos vitales, camas plegables, tabletas de cloro para agua potable y dispositivos de movilidad como muletas”, argumenta un comunicado del ente.
Fueron instalados sistemas solares en refugios escolares a fin de proporcionar la energía necesaria para las bombas de pozos de agua y las plantas desalinizadoras. La asistencia médica cuenta con un programa de nutrición destinado a apoyar a los pacientes durante su recuperación. El Comité Internacional de la Cruz Roja alertó que “las hostilidades en zonas urbanas densamente pobladas, incluidas áreas cercanas a hospitales, ponen en peligro las vidas de los grupos más vulnerables, incluidos trabajadores de salud, enfermos, heridos, niños, personas con discapacidades y ancianos”.
Más de 100 mil desplazados tienen necesidades de refugio, alimentos, agua y suministros de higiene, apuntó. El organismo aseguró que ese escenario se está acercando rápidamente al borde de una catástrofe humanitaria.
En opinión del director de la subdelegación en la Franja de Gaza, William Schomberg, «se trata de una tragedia humana insoportable que se desarrolla ante nuestros ojos».
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