La primicia se basa en el desarrollo de una tecnología para la producción de una gran variedad de especies de microalgas a nivel industrial, y de las que se extraen principios activos destinados a la alimentación o productos de higiene mediante un proceso ecológico.
Según la empresa, el cultivo de estas plantas acuáticas se realiza con fuentes de energía renovables, sin usar organismos genéticamente modificados (OGM) ni pesticidas, al tiempo que se consume CO2 y se aumentan las acciones de reciclaje.
Entre los productos que Microphyt comercializará, a partir de los ingredientes naturales obtenidos, los hay destinados a la prevención del deterioro cognitivo relacionado con la edad, del dolor articular, sobre el metabolismo del hígado y la prediabetes, y dos en el campo de la cosmética.
La construcción de la refinería se llevará a cabo en tres fases a lo largo de tres años, aumentando gradualmente la capacidad de producción, y cuenta con una subvención de la Comisión Europea y el Consorcio de Bioindustrias de 15 millones de euros, para una inversión total de 24 millones.
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