En su conferencia de prensa matutina en Oaxaca sobre lo tratado en su diálogo telefónico con el presidente Joe Biden ayer, el mandatario mexicano relató que fueron muchos los temas, y no solamente la migración, aunque muchos relacionados con ese problema y con la economía.
Admitió que aumentó el número de migrantes que pasan por México de tránsito para llegar a Estados Unidos sobre todo venezolanos, haitianos, cubanos y ecuatorianos y creció el número concentrados en Piedras Negras, Coahuila que quieren pasar el río Bravo.
Eso, dijo, ha afectado y limitado que funcionen normalmente los pasos y puentes fronterizos y sobre eso hablamos y vamos a ayudar como siempre. Estamos buscando, reveló, acuerdos no solo con Estados Unidos, sino con Venezuela para que se atiendan las diferencias, también con Cuba.
Nos gustaría mucho que se abra un dialogo entre Cuba y Estados Unidos, como ya se hace con Venezuela donde se va avanzando, se están quitando sanciones y se está llegando a arreglos porque por esta vez se está usando la política, no la fuerza ni el bloqueo. La política, insistió, se inventó para no usar la fuerza.
Elogió que en Guatemala se esté formalizando la situación porque la inestabilidad allí se había originado por cierta oposición a Bernardo Arévalo quien ganó la presidencia por amplia mayoría del pueblo pero siempre hay gente que se opone a la democracia pues la quieren a su manera, a modo, y reveló que fue invitado a su toma de posesión el 14 de enero, dijo que le gustaría ir y que el elegido será un buen presidente.
Confirmó que efectivamente en enero vendrá a México un grupo de altos funcionarios del gobierno de Estados Unidos encabezados por el secretario de Estado Antony Blinken para darle seguimiento a los temas tratados en la conversación telefónica con Biden y que también vendrá entre ellos el secretario de Seguridad Nacional Alejandro Mayorkas.
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