Un alto el fuego humanitario es la única manera de empezar a satisfacer las necesidades desesperadas de la gente en el enclave y poner fin a su pesadilla en curso, dijo el titular de la ONU en una comparecencia ante la prensa mientras el órgano de seguridad aprobaba el proyecto.
Espero que la resolución ayude a que esto ocurra finalmente, pero se necesita mucho más inmediatamente, agregó.
A juicio del alto representante, una operación humanitaria eficaz en la Franja requiere seguridad, personal que pueda trabajar a salvo, capacidad logística y la reanudación de la actividad comercial.
«El verdadero problema es que la forma en que Israel está llevando a cabo esta ofensiva está creando enormes obstáculos para la distribución de ayuda humanitaria dentro de Gaza», reconoció.
El máximo responsable de la ONU advirtió además sobre los comentarios de altos funcionarios israelíes que ponen en tela de duda la solución de dos estados.
Por difícil que parezca hoy, ese es el único camino hacia una paz sostenible, insistió.
Cualquier sugerencia contraria niega los derechos humanos, la dignidad y la esperanza al pueblo palestino, alimentando la rabia que resucita mucho más allá de Gaza y niega un futuro seguro para Israel, añadió al respecto.
En ese sentido, el alto diplomático abogó por la creación de condiciones que permitan a la Autoridad Palestina asumir responsabilidades en la Franja.
«Esa es, en nuestra opinión, la solución para que los dos estados se hagan realidad, y hay energía en nuestro proyecto», agregó.
El secretario general lamentó el asesinato de 136 colegas de la ONU dentro del enclave en 75 días, «algo que nunca habíamos visto en la historia de las Naciones Unidas».
«Honro a las mujeres y a los hombres que han hecho el sacrificio final, y rindo homenaje a los miles de trabajadores humanitarios que están arriesgando su salud y sus vidas en Gaza, incluso mientras hablo», remarcó al respecto.
Guterres alertó de los riesgos de expansión de la crisis que alcanzan a Cisjordania, la Línea Azul entre Líbano e Israel al tiempo que amenazan el transporte marítimo en el Mar Rojo.
Más allá de la región inmediata, el conflicto está polarizando a las comunidades, alimentando discursos de odio y al extremismo, aseveró.
A medida que el conflicto se intensifique, seguiremos haciendo nuestra parte, pero al mismo tiempo, es imperativo que la comunidad internacional hable con una sola voz: por la paz, por la protección de los civiles, por el fin del sufrimiento y por el compromiso con la solución de dos estados, concluyó.
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