En la continuación de su persistente hostilidad, un proyectil de artillería israelí impactó cerca del colectivo de Al Manar, compuesto por el corresponsal Ali Shoeib y el camarógrafo Khedr Markiz, este último resultó levemente herido en el ojo.
Las escenas de video difundidas por el propio reportero en su cuenta de X mostraron el bombardeo israelí a metros del vehículo de prensa.
Por su parte, la Agencia Nacional de Noticias informó que su representante Aleen Semaan salió ilesa de una agresión de las fuerzas de Tel Aviv que apuntó a la región de Marjayoun.
El 21 de noviembre, Israel asesinó a los colegas del canal panárabe Al Mayadeen, la periodista Farah Omar, el camarógrafo Rabih Al-Maamari y el colaborador Hussein Aquil, mientras cumplían con su deber de informar los acontecimientos en el sur en la localidad de Tayr Harfa.
Antes, el 13 de octubre un bombardeo enemigo cobró la vida del fotoperiodista de Reuters Issam Abdallah y causó lesiones en otros profesionales de la comunicación extranjeros.
Líbano presentó ante Naciones Unidas denuncias por los crímenes israelíes contra los periodistas, tras confirmar ataques deliberados y dirigidos a objetivos específicos, pues los reporteros fueron claramente identificados como prensa, alejados de cualquier actividad militar.
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