El lunes pasado un terremoto de magnitud 6,2 sacudió las provincias de Gansú y Qinghai, (noroeste), dejó un saldo de al menos 141 muertos, así como casi 15 mil casas derrumbadas y 207 mil dañadas, lo que afectó a 145 mil 736 personas.
Las autoridades y los especialistas evacuaron a más de 87 mil habitantes y tras finalizar las operaciones de búsqueda, centraron su atención en los heridos y el reasentamiento de las poblaciones.
El Partido Comunista de China, diferentes ministerios y el gobierno central asignaron fondos millonarios de emergencia para apoyar en las labores de rescate y en la atención a las víctimas.
Además, se enviaron suministros de socorro, incluidos abrigos, edredones, camas plegables, comida y tiendas de campaña para garantizar las necesidades básicas de los damnificados.
Esta semana el Ministerio de Defensa de China condenó la última venta de armas a Taiwán anunciada por Estados Unidos y enfatizó la disposición a defender la integridad territorial.
Esta acción «ha enviado una señal equivocada a las fuerzas separatistas», dijo el portavoz del ente castrense, Wu Qian, e instó a Washington a no proporcionar armamento a la isla, cumplir su compromiso con acciones concretas, dejar de interferir en los asuntos internos del gigante asiático y abandonar ese camino «equivocado y peligroso».
La Agencia de Cooperación para la Seguridad y la Defensa del país norteamericano anunció recientemente una venta de 300 millones de dólares de apoyo y equipos para la isla asiática.
«No importa cuántas armas proporcione Estados Unidos a la región de Taiwán, el curso histórico de la reunificación de China es inevitable», enfatizó la Cancillería.
El presidente chino, Xi Jinping y el primer ministro ruso, Mijaíl Mishustin, resaltaron esta semana en Beijing el excelente estado de la cooperación pragmática entre los dos países.
El mandatario asiático subrayó que el comercio bilateral alcanzó el objetivo anual de volumen comercial de 200 mil millones de dólares, lo que muestra las amplias perspectivas de coolaboración.
Mishustin, quien viajó al gigante asiático para copresidir la 28 reunión ordinaria de jefes de Gobierno China-Rusia, también subrayó la firme voluntad de profundizar la asociación estratégica integral.
Esta semana Beijing y Washington retomaron las conversaciones entre los dos fuerzas armadas de sus respectivas naciones luego de más de un año de interrumpidas.
En la videollamada, Liu Zhenli, miembro de la Comisión Militar Central de China y jefe del Departamento de Estado Mayor Conjunto reafirmó que Taiwán es un asunto interno.
La parte asiática también abogó por llevar a cabo cooperación sobre la base de la igualdad y el respeto, al tiempo que enfatizó la soberanía territorial y sus derechos marítimos en el mar Meridional de China.
Según Washington, la contraparte norteamericana representada por el presidente del Estado Mayor Conjunto, Charles Brown, analizó la importancia de trabajar juntos para gestionar la competencia, evitar errores de cálculo y mantener líneas de comunicación abiertas.
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