De acuerdo con ese ranking, esta nación sudamericana ocupa esa categoría con una puntuación de ocho empatando con otros Estados como Guatemala, Mali, Nigeria, Sudáfrica y Yemen.
El informe denunció que, en el caso de Ecuador muchas personas que huyen del territorio nacional citan a «los vacunadores» o extorsionadores como una de las principales razones de su decisión de marcharse.
Asimismo, describen que este problema amenaza la habitabilidad de ciertos territorios en el país, y que los delincuentes se han vuelto cada vez más audaces y violentos, cierran carreteras principales para robar autobuses o cobrar peajes, asesinan a clientes y propietarios de negocios locales.
Para el Gitoc, el gobierno nacional y los cuerpos de seguridad han hecho poco para abordar este acuciante problema, pues los asesinatos relacionados con la extorsión se han convertido en algo habitual.
Unos 124 casos de secuestro y extorsión se han registrado en Ecuador en 2023 de los cuales 117 han sido resueltos y siete recientes siguen pendientes a una solución.
De acuerdo con el jefe de la Unidad Antisecuestro y Extorsión (Unase), Héctor Franco, la región de la Costa ecuatoriana es la más afectada por estos delitos, debido a que la mayoría de las organizaciones delictivas, dedicadas al narcotráfico, han sido desarticuladas y por tanto los delincuentes buscan otras formas de financiamiento, dijo en declaraciones a la emisora Radio Pichincha.
Ecuador atraviesa por una crisis de inseguridad y de violencia sin precedentes en su historia, donde el número de raptos y otros crímenes se hacen cada vez más frecuentes, mientras la ciudadanía exige al Gobierno acciones urgentes para frenar esa situación.
Solamente de enero a septiembre de 2023, la Unidad Antisecuestros y Extorsión cuantificó 67 casos de ese tipo, lo cual representa un incremento del 347 por ciento en comparación con 2022.
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