A la ceremonia inaugural asistieron el primer ministro burkinabé, Appolinaire Joachimson Kyélèm de Tambéla, su canciller, Karamoko Jean-Marie Traoré, altos funcionarios gubernamentales y oficiales del Estado Mayor General, recibidos por el embajador concurrente aquí, Alexeï Saltykov.
El hecho adquiere relevancia tras el inicio de la operación militar especial de Rusia en Ucrania desde el cual los países miembros de la OTAN tratan por todos los medios de aislar a Moscú.
Tanto las exmetrópolis europeas, como Estados Unidos, iniciaron desde el año pasado una ofensiva diplomática con la objetivo confeso de desmedrar la consideración que estados del continente guardan a Moscú en atención a lazos iniciados hace más de medio siglo cuando esos países trataban de librarse de la tutela europea.
Cientos de cuadros, civiles y militares, estudiaron en universidades soviéticas y rusas, sin obviar el apoyo, político y de otra índole ofrecido a África, huella indeleble contra la cual poco han podido las promesas de ayuda con las cuales viajaron al continente cancilleres, otros altos funcionarios y hasta la primera dama estadounidense, Jill Biden.
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