En su último reporte sobre la situación en el enclave costero, la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) resaltó que más de 500 mil palestinos no podrán regresar a sus hogares una vez terminado el conflicto.
Muchos más se verán imposibilitados de retornar de inmediato debido al nivel de daños a la infraestructura circundante, así como al riesgo que representan los restos explosivos de guerra, subrayó.
El organismo alertó sobre la grave crisis humanitaria en el territorio, donde 2,2 millones de habitantes “necesitan asistencia alimentaria urgente cada día, aunque en promedio, la asistencia diaria en la última semana de diciembre llegó solo al ocho por ciento”.
OCHA señaló que el 85 por ciento de la población total de la Franja, 1,9 millones, son en la actualidad desplazados internos, incluidos muchos que fueron obligados a huir varias veces.
La sureña gobernación de Rafah es ahora el principal refugio de los desplazados, con más de un millón de personas hacinadas en un espacio extremadamente superpoblado, alertó.
La agencia de la ONU recordó que desde el 11 de octubre último, Gaza se encuentra sometida a un apagón eléctrico, después de que las autoridades israelíes cortaran el suministro eléctrico y se agotaran las reservas de combustible.
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