De acuerdo con el portavoz Wang Wenbin, en los últimos meses decenas de nacionales, incluyendo alumnos, fueron forzados a regresar al gigante asiático por parte de las autoridades norteamericanas.
El vocero calificó estas acciones como típicas de una aplicación selectiva, discriminatoria y politizada de la ley por parte de Estados Unidos.
Asimismo, expresó el fuerte descontento de China al respecto y se opuso firmemente a estas acciones.
«A pesar de que Estados Unidos se autodenomina como un país abierto y defensor de la libertad académica, ha formulado y aplicado erróneamente la Orden Ejecutiva número 10043, abusando del concepto de seguridad nacional y politizando la investigación académica», agregó.
Según el portavoz, esta medida ocasionó repetidas inspecciones, molestias y deportaciones de estudiantes chinos y causó un «grave perjuicio» a sus derechos legítimos, lo cual afectó además el diálogo cultural entre las dos naciones.
En su opinión, estas acciones violan los consensos alcanzados entre los líderes de ambas naciones y «contradice las aspiraciones compartidas de los pueblos chino y estadounidense de llevar a cabo un intercambio amistoso».
Wang urgió a Washington a revocar «la errónea Orden Ejecutiva número 10043» y detener la represión y restricciones a estudiantes chinos.
Además, instó a garantizar de manera efectiva la seguridad y los derechos legítimos de académicos y alumnos del gigante asiático en Estados Unidos.
«China tomará las medidas necesarias para proteger firmemente los derechos legítimos de sus ciudadanos y se les advierte a los estudiantes chinos que vayan a estudiar en Estados Unidos que estén alerta sobre los riesgos asociados», apuntó.
Los nexos entre Beijing y Washington fluctuaron en 2023 entre el enfrentamiento y la distensión.
China denunció en varias ocasiones el abuso del concepto de seguridad nacional por parte de Estados Unidos con la intención de contener el desarrollo y las actividades económicas-comerciales del gigante asiático.
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