El movimiento atacó con misiles una nueva posición militar israelí en las inmediaciones del sitio de Al-Marj y destruyó por completo el equipo de reconocimiento de las fuerzas enemigas en el área de Misgav Am, precisó en una declaración.
La Resistencia llevó a cabo operaciones dirigidas a ubicaciones de uniformados de Tel Aviv en las proximidades de Al-Manara, Al Motila y Shtula.
También, Hizbulah anunció impactos directos en el puesto de control de Al-Jardah y en una concentración de militares israelíes en las cercanías del cuartel de Shomera, en la aldea libanesa ocupada de Tarbikha.
Por su parte, los medios israelíes citaron al presidente del Consejo Regional del Norte, quien expresó incertidumbre sobre cuándo los colonos podrían regresar a sus hogares, ante el temor de la respuesta de la Resistencia libanesa.
Según el periódico Israel Hayom, las comunidades del norte con Líbano están colapsando, ya que muchos residentes abandonaron los hoteles donde permanecían desde hace tres meses y buscan establecer una nueva vida en otras zonas.
A mediados de semana, el secretario general de Hizbulah, Hassan Nasrallah, enfatizó que la decisión de entrar en la batalla el 8 de octubre fue en apoyo al pueblo oprimido en Gaza y en solidaridad con los combatientes palestinos.
En este sentido, el líder político y militar reiteró que la Resistencia mantiene la lucha en el frente con cálculos precisos e indicó que en caso de una guerra del enemigo israelí contra Líbano la respuesta no tendrá límites, fronteras, reglas, ni restricciones.
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