Según la agencia oficial Irna, el grupo terrorista Daesh (Estado Islámico) se atribuyó la responsabilidad de los ataques del miércoles en esa localidad del sureste de Irán.
En un comunicado publicado la víspera, Daesh anunció que dos de sus integrantes, identificados como Omar al-Movahed y Saifollah al-Muyahid, detonaron los cinturones explosivos en las dos operaciones que dejaron más de 300 víctimas entre muertos y heridos.
Las explosiones ocurrieron cerca del Cementerio de los Mártires de Kerman, donde miles de personas conmemoraban el cuarto aniversario de la muerte del general Qasem Soleimani, comandante de la Fuerza Quds, asesinado por Estados Unidos en un ataque con drones en Iraq en enero de 2020.
Al afirmar que un ataque terrorista tan cobarde no disuadirá a la nación iraní de sus objetivos de enfrentar la opresión y la injusticia, Raisi ha dicho que ningún apoyo de potencia extranjera crearía una zona segura para los agentes involucrados en este crimen.
En los últimos años, la República Islámica de Irán es el blanco de constantes ataques, atentados a personalidades e intentos de desestabilización, de los cuales las autoridades persas acusan directamente a Estados Unidos, Israel y algunas naciones de la Unión Europea.
Los servicios de inteligencia iraní han desmantelado en los últimos meses varias redes terroristas de probada relación con el Mossad (inteligencia israelí) la CIA así como otras agencias de espionaje europeas.
A finales de septiembre del pasado año, al menos 28 terroristas afiliados a Daesh resultaron detenidos por los órganos de la Inteligencia iraní en operaciones simultáneas coordinadas con las fuerzas de las provincias de Teherán, Alborz y Azerbaiyán Occidental.
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