Beijing anunció que los activos y propiedades en el gigante asiático de BAE Systems Land and Armament, Alliant Techsystems Operation, AeroVironment, ViaSat y Data Link Solutions están congelados.
Además, el gobierno prohibió que organizaciones y personas chinas realicen transacciones o cooperen con esas empresas en territorio nacional.
Estas son contramedidas por la venta de armas a la región de Taiwán y por la imposición de sanciones unilaterales a compañías y personal chino bajo diversas excusas.
«Quiero destacar que el gobierno chino tiene una determinación firme e inquebrantable de defender la soberanía nacional, la seguridad y la integridad territorial, así como proteger los derechos e intereses legítimos de las empresas y ciudadanos», enfatizó la oficina del portavoz de la Cancillería.
El Ministerio de Relaciones Exteriores expresó su fuerte oposición a las acciones de Washington e instó al país norteamericano a respetar el principio de Una Sola China, así como los tres comunicados conjuntos firmados por ambos países.
Esto ocurre a menos de una semana de las elecciones al liderazgo de esa isla, en las que el candidato del gobernante Partido Democrático Progresista y actual vicepresidente, Lai Ching-te, aparece como uno de los favoritos.
Se trata de un separartista defensor de la «independencia de Taiwán» que incluso hizo escala y sostuvo actividades políticas en Washington el año pasado, lo que generó elevadas tensiones entre las principales potencias del orbe.
«Resolver la cuestión de Taiwán y lograr la reunificación nacional completa es la aspiración compartida de todo el pueblo chino y una tendencia histórica que no se puede cambiar», subrayó en varias ocasiones la Cancillería.
En la actualidad 182 países, incluido Estados Unidos, respaldan el principio de Una Sola China el cual plantea que todo el territorio nacional, incluida esa isla, es parte de una misma nación con su gobierno central en Beijing.
gas/idm