Los operativos conjuntos de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional, que ya se desarrollan en el territorio nacional tras la serie de eventos violentos de las últimas jornadas, requieren recursos.
El presidente ecuatoriano, Daniel Noboa, afirmó que deberán tomar medidas duras económicas y estar alineados con la Asamblea Nacional (Parlamento) “porque una guerra cuesta y cuesta dinero”.
En sus declaraciones a una emisora radial, el gobernante no precisó cuáles serían esas acciones que se tomarían en materia económica o los proyectos de ley, aunque descartó el alza de impuestos para no imponer “una mayor carga a la ciudadanía en momentos difíciles”.
Ecuador terminó 2023 con un déficit fiscal de casi seis mil millones de dólares y ya el Ministerio de Economía y Finanzas anunció que recortará unos mil millones de dólares del gasto público.
Para el exministro del sector Marco Flores, si Noboa elimina los millonarios subsidios al diésel y a la electricidad que el Estado concede a las empresas mineras, tendrá suficiente dinero para atender los gastos de la guerra interna.
Los “ajustes” no deben recaer en los sectores de menores ingresos, menos aún, sobre las personas vulnerables y pobres, comentó el experto en sus redes sociales.
Noboa indicó esta semana que entregará a Estados Unidos maquinaria militar rusa y ucraniana a cambio de 200 millones de dólares en equipamiento moderno y aceptará ayuda de otras naciones, ya sea con asesoría como con recursos.
No es momento de por ego o vanidad decir que vamos a proteger nuestra soberanía, necesitamos apoyo militar con soldados, inteligencia, artillería y equipamiento en general, precisó el jefe de Estado.
La crisis de seguridad no sólo impacta las arcas del Estado, sino también a los pequeños negocios, al turismo y al comercio exterior.
El pasado miércoles fue ejemplo de ello, pues la mayoría de los ecuatorianos se refugiaron en sus hogares en medio de los hechos delictivos y como consecuencia los comercios prácticamente no vendieron nada.
jha/avr