Este último decreto del presidente Daniel Noboa evidencia hasta qué punto los grupos criminales extendieron su poder y su presencia tanto en el sistema penitenciario como en las calles.
El mandatario afirmó que el país andino está «en guerra» contra grupos narcoterroristas y ratificó que su Gobierno no cederá ante los criminales.
Una serie de motines carcelarios llevó al mandatario a decretar estado de excepción por 60 días para «recuperar el control», sin embargo, la medida desató más violencia con la quema de autos y detonaciones de explosivos en las calles de varias provincias, incluida Quito, la capital.
Con el país sumido en el caos, incluso con delincuentes que tomaron la sede de un canal de televisión y transmitieron en directo la amenaza con armas y explosivos a los trabajadores del medio, Noboa emitió otro decreto en el que declaró la existencia de un «conflicto armado interno» y catalogó de «terroristas» a una veintena de organizaciones del crimen organizado.
Estamos en un conflicto armado, no internacional, estamos luchando por la paz nacional, estamos luchando también contra grupos terroristas, que hoy en día son más de 20 mil personas que los conforman, enfatizó el gobernante.
Al menos 10 personas han muerto y más de 850 han sido detenidas en todo el país en los más de siete mil 800 operativos por atentados y actos terroristas que efectúan las fuerzas del orden dentro del estado de excepción nacional.
Este sábado, las cárceles continúan tomadas por los reos, más de 150 personas siguen retenidas en distintas penitenciarías y al menos cinco reclusos se fugaron anoche de la Penitenciaría del Litoral, la más grande y peligrosa del país, escenario de sangrientos motines carcelarios.
En ese contexto, el jefe del Ejecutivo afirmó en una entrevista a una radio local que debería tomar medidas económicas duras y estar alineados con la Asamblea Nacional “porque una guerra cuesta y cuesta dinero”.
El jueves en la noche envió un proyecto de ley económico urgente a la Asamblea Nacional (parlamento) en el que estipula el incremento del Impuesto al Valor Agregado (IVA) del 12 al 15 por ciento, una medida que expertos catalogan como neoliberal y de impacto para sectores vulnerables.
En el parlamento, la iniciativa de Noboa tampoco tuvo buena aceptación, pues bancadas como la Revolución Ciudadana y el Partido Social Cristiano anunciaron que votarán en contra.
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