De acuerdo con los funcionarios, Khalid escapó ileso del ataque, pero tres de sus guardaespaldas -miembros de las fuerzas del Emirato Islámico de Afganistán- resultaron heridos cuando el explosivo que llevaba puesto el individuo fue detonado.
La prensa informó que, tras los hechos, la capital provincial de Nimroz -ubicada al suroeste de la nación asiática- fue asaltada por las fuerzas de seguridad y se tomaron intensas medidas de seguridad.
El atacante cruzó dos controles de seguridad y llegó al edificio de la oficina del gobernador, donde se hizo estallar antes de ser abatido, detalló el portavoz del departamento de seguridad de Nimroz Gul Mohammad Qudrat.
Según el vocero, hasta el momento ningún grupo se ha reivindicado el ataque.
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