«De particular preocupación es el creciente número de estudios sobre la viruela y otros patógenos con evaluación del virus en los monos como un agente biológico potencialmente dañino”, indicó Kirillov en una sesión informativa.
Recordó que el trabajo con este virus sólo está permitido en dos instituciones: el Centro para el Control de Enfermedades de Estados Unidos y el centro científico estatal Vector en Rusia.
Sin embargo, a pesar de la prohibición de la Asamblea Mundial de la Salud, los empleados del Instituto de Investigación de Enfermedades Infecciosas del Ejército estadounidense “realizaron experimentos aerobiológicos con dos cepas del virus”, refirió.
“Esta situación demuestra claramente el desprecio de la administración estadounidense por las normas internacionales de bioseguridad. Tal trabajo puede provocar una emergencia epidémica global”, denunció.
Kirillov explicó que para 2017 sintetizaron el genoma funcional del virus de la viruela equina y se demostró la posibilidad de producir artificialmente los virus de Lassa, Ébola, Marburg y coronavirus patógenos para el hombre.
“Uno de los últimos ejemplos son los estudios de ganancia de función realizados en la Universidad de Boston, donde, como resultado de una modificación dirigida, el patógeno COVID adquirió una tasa de letalidad del 80 por ciento”, agregó.
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