Durante las dos primeras semanas de enero, apenas siete de 29 de las misiones planificadas para entregar alimentos, medicinas, agua y otros suministros vitales llegaron a sus destinos al norte de Wadi Gaza, precisó la agencia en su más reciente actualización.
La mayoría de los cargamentos rechazados por Israel incluían combustible y medicamentos asignados para depósitos, pozos de agua e instalaciones de salud al norte de la demarcación, agregó.
La OCHA advirtió que la falta de combustible para la planta potabilizadora de agua, el saneamiento y la higiene aumenta los riesgos de peligros para la salud y el medio ambiente.
En tanto, la falta de medicamentos debilita la operación de los seis hospitales que funcionan parcialmente, dijo además.
A la par de los obstáculos humanitarios, la población en el territorio asediado necesita cada vez insumos y servicios médicos.
La Organización Mundial de la Salud informó este martes que el Complejo Médico Nasser en la ciudad sureña de Khan Younis sigue recibiendo un gran volumen de casos de traumatismos y quemaduras.
El hospital tiene 700 pacientes, el doble de su capacidad normal, mientras que las unidades de cuidados intensivos y de quemados carecen de personal suficiente, lo que retrasa los tratamientos que salvan vidas.
“Algunas personas no han comido en días”, alertó en un video publicado en la red social X Olga Cherevko, trabajadora humanitaria de OCHA, desde el enclave
Al mismo tiempo los niños no tienen ropa de invierno, no hay atención médica y el alcance de las necesidades es enorme, lamentó la trabajadora humanitaria.
Las autoridades sanitarias de Gaza estiman que más de 130 palestinos murieron y decenas resultaron heridos en las últimas 24 horas como resultado de los bombardeos de la artillería y la aviación israelíes.
Desde que estalló la actual crisis el 7 de octubre, más de 24 mil palestinos perdieron la vida en la Franja y 60 mil 300 resultaron heridos.
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