El Senado rechazó anoche una petición que habría exigido al Departamento de Estado informar al legislativo cualquier prueba de violaciones de derechos humanos por parte del régimen sionista en Gaza.
La propuesta la presentó el senador Bernie Sanders (independiente por Vermont) fue rechazada por 72 votos contra 11.
Si hubiesen aprobado la petición, el Departamento de Estado tendría que elaborar en un plazo de 30 días un informe sobre si las acciones bélicas de Israel en Gaza violan los derechos humanos y acuerdos internacionales, lo que podría repercutir -en caso afirmativo- en la ayuda militar de Washington a Tel Aviv.
La solicitud de Sanders se produce cuando el presidente Joe Bien presiona desde octubre por la aprobación en el Congreso de un paquete suplementario de 106 mil millones de dólares que se destinarían entre otros objetivos a Ucrania, Israel y la seguridad en la frontera.
En diciembre el mandatario admitió que la opinión pública internacional se vuelve contra Israel, cuya guerra declarada al Movimiento de Resistencia Islámica Hamas en Gaza el 7 de octubre sobrepasó las 24 mil muertes, de acuerdo con la actualización de fuentes palestinas.
A lo largo de este tiempo Biden expresó que el apoyo de su “administración a la seguridad de Israel es sólido como una roca e inquebrantable”.
“Seguiremos proporcionando ayuda militar a Israel hasta que se deshagan de Hamas, pero tenemos que tener cuidado, ellos tienen que tener cuidado”, dijo el gobernante.
La opinión pública de todo el mundo -subrayó- puede cambiar de la noche a la mañana, no podemos dejar que eso ocurra.
El respaldo a Israel no es nuevo. Estados Unidos envía cada año miles de millones de dólares en ayuda militar a ese país.
Datos de los departamentos de Defensa y Estado arrojan que desde 1951 hasta 2022 la ayuda militar estadounidense a Israel superó los 225 mil 200 millones de dólares a precios actuales.
Pero a nivel nacional la repulsa crece. Casi a diario se producen manifestaciones que exigen al presidente Biden el cese el fuego en Gaza, mientras el reclamo de ‘Free Palestine’ (Palestina Libre) es cada vez más frecuente.
El fin de semana -desafiando las bajísimas temperaturas- miles de personas protagonizaron una gran marcha sobre Washington que terminó frente a la Casa Blanca en la que reiteraron ese pedido.
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