Será en octavos de final, a un solo partido y con mucho morbo de “vendetta” del Atlético de Madrid, herido doblemente ante su enconado contendiente de la capital española, el Real Madrid.
No habrá pasillo, una tradición de hace varias décadas para rendir tributo al reciente ganador de un torneo, en este caso el Real Madrid, con las mieles aun en los labios de la Supercopa conquistada en Arabia Saudita el pasado domingo.
En 2023, en cuartos de final, los colchoneros del argentino Diego Cholo Simeone cayeron en alargue 1-3 ante los merengues del italiano Carlo Ancelotti.
Un partido con polémica arbitral y otra remontada del Real Madrid, con empate del brasileño Rodrygo a los 79, tras el gol de Alvaro Morata a los 19; diana del francés Karim Benzema a los 103 y el remache de otro canarinho, Vinicius a los 121.
Sucede que el miércoles de la semana anterior, también en tiempo extra, la “casa blanca” volvió a concretar una emotiva remontada en la primera semifinal de la Supercopa de España, para doblegar al Atleti 5-3.
Remate de cabeza de Mario Hermoso para el 1-0 favorable a los colchoneros. Respuesta de la “casa blanca”, también de cabeza del alemán Antonio Rudiger, a los 20 y una joya del francés Ferland Mendy de tacón en el área dieron la vuelta al cotejo.
Sin embargo, llegó la igualada por gol de bella factura a los 37 minutos del galo Antoine Griezmann, y a los 78 autogol de Rudiger en una jugada confusa con Alvaro Morata y el portero Kepa para el 3-2.
Cuando todo parecía definitivamente del Atleti, vino el empate de Dani Carvajal por los merengues a los 85. La prolongación dejaría en claro que el Real Madrid era el amo y así, a los 116, en otra jugada de enredos en el área, Joselu Mato puso el marcador 4-3 para los blancos.
Faltaría una carrera de alta velocidad y la precisión en el remate a larga distancia y a puerta vacía del ascendente Brahim Díaz, para superar en el minuto 122 al guardameta esloveno Jan Oblak, quien se había desplazado al área rival buscando el empate.
-VENDETTA EN EL METROPOLITANO
Con aires de diplomacia, el Cholo Simeone trató de bajar los decibeles en las últimas horas, al subrayar que no se trata de un intento de “vendetta”, sino un partido crucial entre dos grandes conjuntos.
Empero, claramente es cuestión de honor para el Atleti, el único equipo por cierto capaz de batir a los merengues en la temporada con un 3-1 en su propio estadio Metropolitano.
Con más días de descanso y relajamiento, ya que el Real Madrid ganó la final de la Supercopa de España al Barcelona 4-1 el pasado domingo, las huestes de Simeone quieren cambiar la imagen e ir a por todas en la Copa del Rey.
Algunos expertos consideran que es, de hecho, el único título al alcance del Atleti, distanciado a 11 puntos del Girona y a 10 del Real Madrid en LaLiga y con pocas probabilidades de avanzar en la Champions League.
Volverá a apelar a las excelentes prestaciones ofensivas de Morata y Griezmann, tal vez con alguna ayuda del argentino Angel Correa y el neerlandés Memphis Depay, aunque el problema básico a resolver es la contención en el medio campo y el cerrojo en la línea zaguera, que no funcionan.
Además de la apuesta segura por el esloveno Oblak en la portería, Simeone deberá apostar por el uruguayo Giménez, el belga Witsel o el montenegrino Savic en la defensa, con el respaldo del argentino Nahuel Molina y brasileño Lino de laterales más retrasados.
Enfrente, no parece deslizar sorpresas Ancelotti. Volverá el ucraniano Lunin bajo los tres palos, con Nacho y Rudiger de centrales, Carvajal y Mendy en los laterales, y el famoso rombo en la medular con el germano Kroos, el francés Tchouameni, el inglés Jude Bellingham y el incombustible uruguayo Valverde.
En la delantera, los “correcaminos” Rodrygo y Vinicius, y en la reserva nada menos que otros veloces y polivalentes jugadores, Brahim Díaz y Eduardo Camavinga.
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