Así lo declaró la portavoz de la Cancillería Mao Ning e instó a poner fin a los actos de hostigamiento contra barcos civiles «para mantener la fluidez de la cadena de suministro global y el orden del comercio internacional».
La vocera recordó que el mar Rojo es una ruta importante para el comercio internacional de mercancías y energía, por lo que consideró necesario evitar el aumento de las tensiones y los riesgos de seguridad en la región en general.
Sobre la situación en la Franja de Gaza, además de abogar por el cese al fuego inmediato y completo en el enclave, Beijing aboga por la aplicación efectiva de las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU.
Para China cualquier acuerdo futuro debe adherirse al principio de “el gobierno de Palestina por los palestinos” y la reconciliación interna de ese pueblo.
En ese sentido, apoyó un tratado de paz entre Israel y los palestinos basado en la solución de dos Estados.
Para impulsar tal proyecto, China y la Liga Árabe convocaron a una conferencia internacional lo antes posible internacional para crear una hoja de ruta vinculante sobre el tema.
Siete de las mayores compañías navieras, incluidas CMA-CGM, Hapag-Llyod y Maersk, suspendieron sus viajes a través del mar Rojo después de los ataques de los rebeldes hutíes contra el transporte marítimo vinculado a Israel, en respuesta a la agresión de ese país a la Franja de Gaza.
En represalia, Estados Unidos y el Reino Unido lanzaron varios ataques contra posiciones del movimiento armado, que controla el norte de Yemen.
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