El documento publicado por la oficina del Consejo de Estado resalta el trabajo antiterrorista del país de acuerdo con la ley, la defensa de la seguridad nacional y la contribución a la estabilidad regional y global.
De acuerdo con el texto, Beijing mejora de forma constante los estándares de prevención del terrorismo en sectores y localidades clave, formula o revisa planes de contingencia y respalda la investigación científica e innovación-tecnológica relacionadas con la lucha contra este flagelo.
«China ha continuado tomando medidas duras contra el terrorismo violento, salvaguardando de manera efectiva la seguridad nacional y la estabilidad social, y mejorando notablemente la sensación de seguridad de la gente», refiere el libro.
Según el documento, el país asiático presta gran importancia a la educación y rehabilitación de «las víctimas de enseñanzas extremistas» que cometieron delitos menores.
Además, el texto recalca que Beijing pertenece a 12 convenciones globales contra el terrorismo.
En los últimos años China facilitó además la formulación de documentos como la Convención de Shanghái sobre la Lucha contra el Terrorismo, el Separatismo y el Extremismo y el Acuerdo de los Estados Miembros de la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS) sobre Cooperación en Defensa Fronteriza.
En varias ocasiones la Cancillería del gigante asiático declaró su enérgico rechazo a todas las formas de terrorismo, al tiempo que abogó por el respeto al derecho internacional y la Carta de las Naciones Unidas.
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