Criticada en ocasiones por ser considerada una competición menor que perturba el desarrollo de LaLiga, la Copa del Rey pone en juego el segundo trofeo de la temporada, después de la Supercopa conquistada este año por el Real Madrid.
En todo caso, alcanzar el título es un premio que incluso permitiría al segundo lugar acceder directamente el próximo año a la Supercopa. Y para equipos como el Celta y la Real Sociedad vale la pena el esfuerzo.
Los gallegos que dirige Rafa Benítez no atraviesan por su mejor momento. Se encuentran en el lugar 16, cerca de los puestos de descenso con 17 puntos y su juego no acaba de encontrar la estabilidad deseada.
A las prestaciones del goleador Iago Aspas, tampoco en el nivel de antaño, se suman como esperanzas en el noruego Strand Larsen, el peruano Renato Tapia y Carles Pérez.
Enfrente, el cuadro vasco cuenta con figuras que brillan con luz propia, especialmente el japonés Take Kubo, junto a Mikel Oyarzábal, el franco-español Robin Le Normand, Mikel Merino y Brais Méndez.
La Real Sociedad marcha sexto en la tabla de posiciones de LaLiga con 36 puntos y el conjunto que dirige Imanol Alguacil es favorito.
Luego este miércoles se enfrentan el Mallorca (20 puntos, en el peldaño 15) y el inspirado Girona (52), actual líder del torneo nacional, con un pronóstico que claramente se inclina hacia el conjunto catalán.
Además, el mismo día habrá otro duelo de alto voltaje, el Athletic de Bilbao (quinto con 38 puntos) frente al Barcelona (tercero con 44), dos elencos que alternaron en triunfos en Copa del Rey y, particularmente los azulgranas tienen casi como deber imponerse.
Una dinámica de partido muy prometedora que pondrá en un cara a cara a jugadores desequilibrantes como los hermanos Williams (Nico e Iñaki), Oien Sancet, Gorka Guruzeta y Mikel Vesga, con el sólido portero Unai Simón, contra el polaco Robert Lewandowski, el alemán Ilkay Gundogan, el portugués Joao Félix y el español Ferrán Torres.
Para cerrar los cuartos, el jueves tampoco se quedará atrás en emociones en el cotejo del Atlético de Madrid, inspirado tras doblegar al Real Madrid después de caer ante el mismo rival en la Supercopa, ante un alicaído, pero peligroso Sevilla.
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