En el país el 85 por ciento de las personas adultas mayores (PAM) carecen de pensiones o salarios que le permitan enfrentar la vejez, según datos de un estudio “Relatos de una población olvidada: situación de las mujeres Adultas Mayores (MAN) en El Salvador”, divulgado aquí.
Elaborado por la Coalición Nacional para la Dignidad de las Personas Mayores (Codes) y la ONG Descartados, el documento recogió que de las MAN apenas se habla en el país aunque suponen ya casi el 58 por ciento de la población mayor de 60 años.
Muchas de las estadísticas son resultados de relatos de mujeres en ese rango de edad (entre 60 y 90 años) donde cuentan sus historias, sus problemas, sus miedos, sus sueños y sus esperanzas.
Datos citados de la Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples (EHOM) de 2022 indican que el 57,7 por ciento de las personas adultas mayores salvadoreñas son mujeres y el 42,3 por ciento son hombres. Ellas serán el 60.4 por ciento en 2025, para acentuar la crisis si no se adoptan medidas por parte de las autoridades.
Las estadísticas indican que el 33,2 por ciento de las MAM es analfabeta frente al 21,7 por ciento de los hombres y el 9,7 por ciento del resto la población.
Asimismo una de cuatro mujeres en esa etapa de la vida está en situación de pobreza, cifra aun mayor en la zona rural y a partir de los 80 años, solo una de cada cinco recibe pensión, de esa cifra más de la mitad por ser beneficiaria tras la muerte del titular de la misma.
Las mujeres participantes en el estudio, además de carencias de salud y de violencia física, denunciaron sentirse discriminadas en el ámbito laboral ya que no son tomadas en cuenta en el ámbito del trabajo formal.
Todos estos factores reducen las oportunidades de las MAN de tener ingresos fijos y dignos con los que afrontar necesidades básicas como la alimentación, la vivienda o el acceso a la salud, máxime cuando más del 80 por ciento de ellas no recibe ningún tipo de pensión, según explicó Marisela Morán, investigadora y autora del informe.
Atendiendo a la situación de las adultas mayores, el documento recomienda que sus necesidades sean tomadas en cuenta por los hacedores de política, a fin de garantizar su inclusión en un país que las dejó olvidadas.
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