El proyecto minero, ubicado a 14 kilómetros del territorio salvadoreño, será desarrollado por la empresa canadiense Bluestone Resources Inc., que pasará las operaciones de mina subterránea a cielo abierto, lo que según ambientalista pondrá en peligro los recursos hídricos.
La empresa minera no explicó a profundidad qué implicaciones tiene el cambio a minería a cielo abierto pero informes señalan que las transformaciones solicitadas por Bluestone «van desde procesar mil toneladas diarias de material a procesar mil 952 toneladas diarias y de extraer 3.31 millones de toneladas de material en túnel de 73.4 kilómetros a extraer 144.8 millones de toneladas.
Los expertos señalan que todo ese material luego de la extracción de mineral útil se convierte en desechos que se depositan en cerros que generarán drenaje ácido y polvos dañinos para la salud por su alto nivel contaminante.
La Alianza Centroamericana frente a la Minería (Acafremin) una organización ambientalista que combate la minería metálica en la región, en varias ocasiones denunció que la mina Cerro Blanco representa un riesgo no solo para Guatemala sino también para El Salvador.
Los ambientalistas aseguran que el enclave verterá residuos en el río Ostúa, que linda con el lago de Güija y el río Angue de Metapán, los cuales desembocan en el río Lempa, el principal afluente del país y pudiera afectar a más tres millones de salvadoreños.
Un editorial del diario local El Mundo abordó este miércoles “El peligroso aval a una mina guatemalteca que podría afectar el Lempa”, algo advertido desde 2022 por las autoridades salvadoreñas.
Cinco días antes de entregar el poder, el entonces presidente guatemalteco, Alejandro Giammattei, autorizó la operación de la mina Cerro Blanco a la sociedad Entre Mares Environmental de Guatemala, subsidiaria de Bluestone Resources, una minera de capital canadiense que ejecuta su minería con métodos prohibidos en su propio país.
Grupos ambientalistas salvadoreños e incluso el ministro salvadoreño de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Fernando López, advirtieron sobre las consecuencias que la aprobación de esa mina podría tener.
El diario llamó al gobierno “a tomar cartas en el asunto y entablar conversaciones con el nuevo gobierno guatemalteco para buscar cómo impedir esa contaminación”.
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