La organización no gubernamental advirtió que la falta de alimento amenaza la vida de 2,3 millones de personas en ese enclave costero, atacado desde el 7 de octubre último.
Señaló que el problema se agudiza por la propagación de enfermedades infecciosas y la grave escasez de servicios de salud, agua, saneamiento e higiene.
La entidad documentó la muerte de Jamal Mahmoud al-Kafarneh, nacido en agosto de 2023, por la falta de alimentos necesarios para él y su madre.
Samah Yousef al-Kafarneh, abuela del bebé, denunció que su hija “se deshidrató por la falta de alimentos y tuvo que beber agua salada”, lo cual afectó su capacidad para amamantar gradualmente a su hijo.
Los testimonios del Monitor también confirmaron la muerte de varias personas mayores en diferentes zonas de la Franja por la hambruna que sufre el territorio, incluidas Samira Abu Berber, de 59 años, Issam Al-Najjar, de 63, y Gouda Zidan Shaker Al-Agha, de 81.
La ong acusó a Israel de restringir la entrada de ayuda humanitaria a Gaza, pese a la reciente resolución sobre el tema del Consejo de Seguridad de la ONU. Hace dos semanas, el Centro de Información Israelí para los Derechos Humanos en los Territorios Ocupados (B’Tselem) afirmó que la hambruna en el enclave es consecuencia directa de la política adoptada por el gobierno de Benjamin Netanyahu.
“La búsqueda desesperada de alimentos no se detiene ni un momento, aunque en la mayoría de los casos es infructuosa, lo cual deja a la población hambrienta, incluidos bebés, niños, mujeres embarazadas o lactantes y ancianos”, subrayó.
B’Tselem señaló que la mayoría de los campos cultivados fueron destruidos, mientras las fábricas y almacenes sufrieron daños en los bombardeos o están cerrados por falta de suministros, combustible y electricidad.
En lugar de permitir la entrada de suficientes alimentos a Gaza, Israel solo autoriza el ingreso de una fracción, con limitaciones en cuanto a los tipos de bienes, cómo se introducen y cómo se distribuyen, criticó.
“El resultado es inconcebible: imágenes de niños pidiendo comida, personas esperando en largas colas para recibir limosnas míseras y residentes hambrientos atacando los camiones de ayuda”, lamentó.
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