Entre las conclusiones de este organismo, encargado de evaluar la aplicación de políticas que reduzcan las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en Francia, se citó que para alcanzar los objetivos de neutralidad de carbono en 2050 es necesario reforzar la acción pública, “dando apoyo a los agricultores, en particular a los ganaderos”.
Si bien las emisiones de GEI del sector agrícola disminuyeron desde la década de 1990, el informe consideró que esta trayectoria no es lo suficientemente rápida y todavía representan el 18 por ciento de las emisiones totales de Francia en 2021, sin que el descenso tenga nada que ver con las políticas climáticas del gobierno.
Según explicó la presidenta del HCC, Corinne Le Quéré, “la reducción de las emisiones ganaderas en realidad se debe a la difícil situación socioeconómica del sector” que redujo notablemente la cabaña francesa en los últimos años, mientras que a nivel agrícola estuvo motivada por el retroceso de los fertilizantes minerales nitrogenados, debido al fuerte aumento de los precios.
El informe constató que desde 1961, el cambio climático redujo la productividad total de la agricultura mundial en aproximadamente un 21 por ciento, y en el caso de Francia “con un calentamiento global de alrededor de +2°C de aquí a 2050, sin una adaptación adicional, los cultivos en Francia estarían expuestos a pérdidas adicionales de rendimiento”, señaló.
Estas proyecciones mostraron que el aumento de las temperaturas tendrá un efecto perjudicial sobre la salud animal, la producción de forraje disminuirá en las regiones más cálidas, y los cambios en las precipitaciones seguirán afectando la disponibilidad de recursos hídricos y aumentarán las necesidades de riego y los riesgos de inundaciones.
Frente a esta perspectiva HCC consideró “necesario adaptarse para proteger a los agricultores y ganaderos”, para de ese modo “limitar los daños y preservar la estabilidad del suministro de alimentos”, y trabajar para que el sector alcance la neutralidad del carbono “desarrollando la agroecología y la agricultura orgánica en el 50 por ciento de la superficie agrícola”, dijo Le Quéré.
Siguiendo un enfoque global, añadió que “es posible lograr una reducción del 50 por ciento de las emisiones de GEI del sector agrícola de aquí a 2050”, siempre que “las autoridades públicas apoyen a los agricultores, fortalezcan la resiliencia del sistema alimentario, y que los franceses reduzcan su consumo de productos animales”, concluyó.
mem/acm