“Logramos el incremento significativo de la producción de las principales armas y municiones demandadas. En particular, esto fue facilitado por la ampliación y modernización de las capacidades de producción, así como por el aumento de la productividad laboral”, señaló el titular de Defensa.
Para acelerar la industria militar, Rusia empleó a un “gran número de especialistas calificados, algunas empresas cambiaron al horario de trabajo y estuvieron activas las 24 horas”, continuó Shoigú.
De acuerdo al ministro, se construyeron más de dos mil 500 estructuras y edificios para el desarrollo de los trabajos, el objetivo se centró en abastecer con municiones al frente de combate.
El 24 de febrero Rusia comenzó la operación militar en Ucrania con el propósito de desmilitarizar y desnazificar al gobierno de Kiev, en protección de los habitantes del Donbass.
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