El titular de Naciones Unidas solicitó a los gobiernos que suspendieron sus contribuciones tras las acusaciones a no desistir de aportar a la Unrwa (siglas en inglés), considerada un actor fundamental para la población de Gaza.
Las Naciones Unidas están tomando medidas rápidas tras los señalamientos extremadamente graves contra varios miembros del personal de la Agencia, señaló el alto representante en un comunicado.
Inmediatamente se activó una investigación por parte de la Oficina de Servicios de Supervisión Interna de la ONU y de las 12 personas implicadas, nueve fueron inmediatamente identificadas y despedidos por el Comisionado General de la Unrwa, Philippe Lazzarini.
De acuerdo con el texto, se confirmó la muerte de uno de los señalados y se está aclarando la identidad de los otros dos.
Cualquier empleado de la ONU involucrado en actos del 7 de octubre deberá rendir cuentas, incluso mediante un proceso penal, advirtió la nota.
La Secretaría de Naciones Unidas está dispuesta a cooperar con una autoridad competente capaz de procesar a las personas de conformidad con los procedimientos normales para dicha cooperación, agregó.
La declaración se produce luego de que naciones como Estados Unidos, Australia y Canadá pausaran los fondos destinados a la Unrwa tras la presunta implicación de varios de sus miembros en los ataques al sur de Israel.
Países europeos, como Gran Bretaña, Alemania, Italia, Países Bajos, Suiza y Finlandia, se unieron este sábado al corte de financiamiento, lo que amenaza la labor humanitaria del organismo.
La Agencia dijo el viernes que había abierto una investigación sobre varios empleados y había cortado los vínculos con esas personas.
A juicio del secretario general de la ONU, los presuntos actos de estos funcionarios deben tener consecuencias.
Sin embargo, las decenas de miles de hombres y mujeres que trabajan para la Unrwa, muchos de ellos en algunas de las situaciones más peligrosas para los trabajadores humanitarios, no deberían ser penalizados.
«Deben satisfacerse las extremas necesidades de las poblaciones desesperadas a las que sirven», agregó.
Por su parte, el Ministerio de Asuntos Exteriores palestino criticó lo que describió como una campaña israelí contra la Unrwa, y el grupo de resistencia Hamás condenó la rescisión de los contratos de los empleados «basada en información derivada del enemigo sionista».
En esa misma línea, el líder de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Hussein al-Sheikh, añadió que recortar el apoyo conllevaba importantes riesgos políticos y de ayuda.
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