Fico declaró recientemente que, después de sostener conversaciones con Kiev, acordó buscar la renovación de los suministros de gas ruso a través de gasoductos ucranianos, antes de que venza un arreglo en ese sentido el 31 de diciembre de este año, destaca el sitio Vzgliad.
Ante tales confesiones, la Rada (parlamento ucraniano) negó la existencia de un arreglo para abrir negociaciones de consorcios energéticos ucranianos con la empresa rusa Gazprom, pero en ningún momento pudo descartar la continuidad de los citados suministros.
De hecho, el esquema previsto por Eslovaquia, Austria e Italia sería de una presunta compra de gas ruso en la frontera, para después manejarlo como gas de esos tres países en su tránsito por Ucrania y por el cual ellos pagarían a Kiev lo que estimen necesario.
Por otro lado, Fico reiteró de forma demostrativa que su país no enviaría ni una sola bala más a Ucrania, una posición semejante a la asumida por Hungría, lo cual rompe el pretendido consenso de la UE.
El 24 de febrero de 2022, el presidente Vladimir Putin ordenó una operación bélica para proteger a la población de la región sublevada del Donbás, así como para desmilitarizar y desnazificar a Ucrania y desde entonces es sometida a una guerra económica por Occidente.
Pero Hungría, en todo momento, y ahora Eslovaquia, buscan mantener los acuerdos energéticos con Rusia al considerar que ello es vital para el desarrollo de sus economías, más allá de consideraciones políticas contrarias a Moscú.
En su momento, un sondeo realizado por la agencia Globsec demostró que el 52 por ciento de los interpelados para nada veía con buenos ojos la permanencia de refugiados ucranianos en este país.
La misma encuestadora indicó que el 39 por ciento de los interrogados consideró a la Organización del Tratado del Atlántico Norte como responsable directa del conflicto en Ucrania, mientras que el siete culpó a Kiev por ello.
El 43 por ciento de los participantes en el estudio de opinión estimó que era Rusia la responsable de la confrontación, en la que la alianza atlántica suministró de conjunto armamentos por más de 145 mil millones de dólares a Kiev desde febrero de 2022.
LAS PROTESTAS
Analistas recuerdan que, en 2018, Fico debió abandonar el poder en medio de protestas en las calles contra la corrupción. Sin embargo, después de casi tres años de gobierno de derecha, dirigido por Eduard Heger, las manecillas giraron de nuevo 180 grados.
Tras las elecciones anticipadas de septiembre pasado, el incómodo político socialdemócrata asumió en octubre último y por tercera ocasión las riendas del ejecutivo que vuelve a enfrentar los retos de las demandas populares.
El equipo de Fico, que ahora gobierna con apoyo de formaciones ultranacionalistas, concibió una reforma judicial en busca de reducir gastos estatales, para pasar a las fiscalías regionales las funciones de la fiscalía especial anticorrupción y contra el crimen organizado.
La prensa occidental dio amplia difusión a lo que consideró como demandas para mantener a flote la democracia y el estado de derecho, aunque las medidas, incluida la reducción del tiempo de prescripción de delitos, no parece amenazar el sistema judicial, opinan expertos.
A su vez, la presidenta Zuzana Caputova, conocida por su posición liberal, afirmó que presentaría un recurso en los tribunales para verificar si el paquete de medidas está acorde con la Constitución.
Medios de prensa se refieren a las crecientes preocupaciones en el marco de la UE, cuyo consejo de ministros de Relaciones Exteriores sesiona este 1 de febrero en Bruselas, sobre la posibilidad de que Bratislava, como Budapest, sea otra nota discordante en esa entidad.
Hungría rechazó en su momento la aprobación de 50 mil millones de euros en ayuda a Ucrania, tanto económica como militar, para los próximos años, una decisión que debe ser aprobada por consenso de los 27 estados de la agrupación regional.
Así, las protestas organizadas por la oposición contra la reforma judicial propuesta por el ejecutivo tienen lugar en paralelo con las crecientes discrepancias dentro de la UE por el tema de Ucrania, las que Bratislava amenazaría con incrementar.
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